miércoles, 21 de marzo de 2012

Pedid tierra y libertad


Porcentaje de la superficie ocupada por latifundios de más de 250 hectáreas- sacado del blog de jcdonceld



No sé a vosotros, pero a mí el himno de Andalucía me emociona. La música está inspirada en el Santo Dios, un canto religioso popular que los campesinos y jornaleros de algunas comarcas andaluzas cantaban durante la siega. Blas Infante conoció este cántico siendo notario en el pueblo sevillano de Cantillana donde se interpretaba como canto de rogativas. Blas Infante puso este canto en conocimiento del Maestro Castillo, quien adaptó y armonizó la melodía. La letra del himno dice en una de sus estrofas “Pedid tierra y libertad”. Con ello Blas Infante realizaba una llamada a los campesinos andaluces para que se movilizaran y solicitaran, mediante un proceso de reforma agraria y con un estatuto de autonomía política para Andalucía, un reparto más justo de la tierra que, para aquellos años, 1936, estaba en posesión de muy pocas manos.
El himno de Andalucía fue públicamente presentado el 10 de julio de 1936 e interpretado por la Banda Municipal de Sevilla, bajo la dirección de José del Castillo. El concierto se celebró en la sevillana Alameda de Hércules.
La tierra, como hemos presentado en clase, era uno de los elementos clave en la deseada modernización de España. Estaba reivindicada para su mejora desde los inicios del siglo XX, solicitada desde el regeneracionismo. El intento de reforma agraria llevado a cabo en los momentos iniciales de la segunda república española (1932) acabó en un estrepitoso fracaso. Las razones que se alegaron en 1932 para dicha reforma se centraban en que España seguía siendo un país de base agrícola y que presentaba un bajo rendimiento por hectárea; igualmente tenía mucho peso la existencia de un alto número de personas vinculadas con el campo y de ellas la mayoría eran jornaleros, es decir, personas que trabajaban cuando podían unas tierras que no eran suyas; por último, la reforma se planteó en relación con una estructura latifundista de la propiedad visible en gran parte de las tierras del sur de España. Las tierras que se iban a expropiar estaban en posesión de muy pocas familias, especialmente de las grandes familias nobiliarias de España.
En 1977, la cuarta parte de las tierras andaluzas estaban agrupadas en 229 cortijos, con más de 2.500 hectáreas cada uno. Al mismo tiempo, y como triste contraposición con lo anterior, había 279.120 fincas con menos de cinco hectáreas. (INE. Anuario 1977. Páginas 529-553). Cinco grandes dinastías nobilarias eran las propietarias de gran parte de las fincas andaluzas: en concreto estaban en manos de los Ducados de Medinaceli, Medina Sidonia, Arcos, Osuna e Infantado. Las provincias controladas eran Almería, Granada, Málaga, Cádiz y Sevilla. Además de estas familias había otras.
Entre los grandes poseedores de entonces - y también de ahora - se encontraba igualmente las explotaciones de la familia Alba. La superficie total de su imperio agrario alcanza en la actualidad las 34.000 hectáreas, repartidas principalmente en las provincias de Salamanca, Sevilla, Ávila y Córdoba, así con en otras provincias. A día de hoy los terrenos que la casa ha destinado a la explotación agrícola están administrados por sociedades de las que son accionistas los miembros de la familia, destacando Euroexplotaciones Agrarias S. A., Eurotécnica Agraria S. A. e Inversiones Princesa, todas domiciliadas en el Palacio de Liria. Por concepto de cultivos, las sociedades reciben subvenciones por parte de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea . Entre 2001 y 2002 las explotaciones agrarias de los Alba recibieron ayudas de la UE por un importe total de 1,8 millones de euros. Actualmente la Casa de Alba recibe una subvención por parte de la UE de 3 millones de euros anuales.
Hay que reconocer que la familia Alba ha sufrido la expropiación de alguna de sus propiedades principalmente en Extremadura, recibiendo por ello casi dos millones y medio de euros en concepto de indemnización.



En febrero de 2006 la Junta de Andalucía, presidida por Manuel Chaves, nombraba a la duquesa de Alba hija predilecta de Andalucía. Lógicamente, la decisión generó su polémica y una multitud de jornaleros del SOC (sindicatos de obreros de campo) protestaron ante la presidencia de la Junta.







¡Qué lejos quedaban las estrofas de Blas Infante! y, sinceramente, creo que no debemos de olvidar el himno: ¡Andaluces levantaos!, ¡Pedid tierra y libertad! Sea por Andalucía libre, España y la humanidad.

2 comentarios:

  1. Cristina Estévez.
    La verdad es que desconocía la propiedad de la tierra de la Duquesa de Alba, al igual que existen otros ducados con propiedades agrícolas.

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    1. Que artículo más interesante, no sabía las propiedades que tiene la Duquesa de Alba, pero no solo de ella sino de los demás ducados.
      Cristina Sánchez.

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