lunes, 28 de enero de 2013

Die neue Spanien Gastarbeiter



Los Gastarbeiter españoles vuelven a buscarse la vida en Berlín. Con esa palabra se definía en los años 50 y 60 a los cientos de miles de “trabajadores invitados” que, procedentes de todos los rincones de Europa. La palabra Gastarbeiter ("trabajador invitado") fue acuñada para sustituir a Fremdarbeiter ("trabajador extranjero"), lastrada por su uso en tiempos del nazismo. Desde 1972 aumentó el uso de "trabajadores extranjeros" (ausländische Arbeitnehmer) y, más tarde, algunas publicaciones serias empezaron a hablar de "inmigrantes trabajadores" (Arbeitmigranten). 

Se conoce con el nombre de los Gastarbeiter a los trabajadores de diversas nacionalidades que fueron contratados durante la década de 1960 por las autoridades de la República Federal de Alemania. Sin embargo, en nuestros días parece que el término se revitaliza dada la triste realidad española que está provocando la nueva salida de españoles con destino a Alemania. El año pasado hicimos una entrada que hablaba sobre esto y que se tituló Kommst du nach deutschland, pepe! 

Y eso que no estamos a mediados del siglo XX, cuando Alemania estaba inmersa en su reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial y su economía estaba en plena reactivación. Era la época del Milagro alemán. Y es que Alemania alcanzaba el pleno empleo, el país se enfrentaba a un déficit de mano de obra de baja cualificación, sobre todo para actividades relacionadas con la minería, la siderurgia, la industria automovilística y la reconstrucción de ciudades y edificios. ¿En dónde y a quién buscar?, se plantearon los alemanes. Y encontraron la respuesta en trabajadores -casi todos varones de otros países de Europa, especialmente del Sur del continente como Italia, España y la antigua Yugoslavia, y, en menor medida, de Grecia. Más tarde se le unieron trabajadores de Turquía y Portugal. 

A los países proveedores de mano de obra se sumaron posteriormente otros del norte de África (Túnez y Marruecos) y Asia (Corea del Sur y Filipinas). Para septiembre de 1970 los Gastarbeiter eran ya más del 10% de la población activa de Alemania. 

En 1973 dejaron de contratarse Gastarbeiter, hasta el año 2000, cuando entró en funcionamiento la Greencard, un programa para reclutar fuera de Europa especialistas en ámbitos relacionados con la tecnología de la información. Con todo ello, Alemania se ha convertido de facto en un país receptor de inmigrantes. 

Desde que comenzó la crisis económica en España a finales del año 2007 ha aumentado la oferta de puestos de trabajo en Alemania al igual que de otros países para los titulados superiores españoles, especialmente en el ámbito de la ingeniería. Lo cierto es que en octubre de 2012, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó un dato demoledor: entre enero y septiembre de este año abandonaron España 420.150 personas, de las que 54.912 son ciudadanos nacionales que buscan en otras tierras una alternativa a un país con un 24,6% de paro que, directamente, priva de trabajo a uno de cada dos jóvenes. Se trata no sólo de jóvenes españoles titulados que buscan su primer empleo, sino que también a esta corriente se suman los inmigrantes que regresaban a sus países tras engrosar las cifras del paro español. 
La cifra del INE revela dos realidades inquietantes. Por un lado, el hecho de que el 87% de los emigrados sean extranjeros indica que España ya no es esa tierra prometida a la que llegaron tres millones de personas entre 2003 y 2008 para buscar un futuro mejor a la sombra de la burbuja inmobiliaria. El sueño se ha acabado y latinoamericanos, africanos y europeos se baten en retirada con la maleta repleta de decepciones. Y esto se ha producido en todas las comunidades autónomas donde se van más trabajadores nacionales de los que entran. Las estadísticas apuntan que el perfil de nuevo emigrante es de lo más variado, aunque predominan aquellos con edad próxima a la treintena y con estudios superiores. Algo muy alejado del prototipo de ciudadano humilde, por lo general curtido en la dura realidad agraria, que protagonizó las estampas del éxodo en la mitad del siglo XX. 
Ahora son arquitectos, ingenieros, médicos, periodistas, abogados o simplemente personas con ánimo emprendedor que ven España como un territorio imposible para la apertura de un negocio. Entre los destinos ahora más recurridos destacan Reino Unido, Francia, EEUU, Alemania o Ecuador, entre otros. 

En algunos casos los letreros de bienvenida han permitido encontrar trabajo como ingenieros para Alemania, enfermeras para Arabia Saudí o Gran Bretaña, camareros para Austria, o médicos para Reino Unido. Las regiones más ‘exportadoras’ de este personal cualificado son Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid.

viernes, 25 de enero de 2013

La gran patera


El Censo de población presentado en diciembre de 2012 señala que la población española alcanzó los 46.815.916 habitantes a 1 de noviembre de 2011 (fecha censal). En relación con el censo de 2001, creció en 5.968.545, lo que supone un aumento del 14,6%. La principal causa del incremento de la población entre 2001 y 2011 se debe al fuerte incremento de la población extranjera. En ese periodo han llegado a España más de tres millones y medio de extranjeros.

La población española ha experimentado un aumento mucho menos pronunciado en términos relativos que la población extranjera y ha pasado de poco más de 39 millones de habitantes en 2001 a más de 41 millones y medio. En el aumento de las cifras absolutas de la población española ha tenido mucho que ver, además de la natalidad y la mortalidad, vistas en el tema anterior, con el hecho de que muchos extranjeros hayan adquirido la nacionalidad española.

Evidentemente uno de los aspectos que más han influido en el aumento censal de la población radicada en España ha sido la entrada de población extranjera en España. A pesar de que durante muchos años hemos podido pensar que la puerta de entrada de la inmigración mal llamada ilegal ha podido ser por medio de las pateras - pequeñas embarcaciones que cruzan la ruta del estrecho-, o los cayucos- embarcaciones procedentes de la costa africana y tenía como destino las costas canarias-  que portaban a inmigrantes anhelantes de arribar a esa Europa rica e inhumana, lo cierto es que han sido los grandes aeropuertos españoles de Barajas (Madrid)  y el Prat ( Barcelona) los que han servido de "gran patera" de la inmigración en España.

En esta primera década del siglo XXI el censo de población extranjera en España ha experimentado un incremento muy importante de la población extranjera residente en España. Destaca especialmente el incremento de rumanos y marroquíes en términos absolutos y el de paraguayos, bolivianos y rumanos en términos relativos. Esto desmiente la idea de que la mayor parte de la población inmigrante lo haría en patera o en cayuco, como, a veces, desde los medios de comunicación se ha transmitido. Lo cierto es que un número importante de extranjeros ha entrado en España con un billete de avión en la mano.

En todas las comunidades autónomas se ha producido un incremento significativo del número de extranjeros respecto al censo anterior de 2001. No obstante, existen comunidades autónomas, como Illes Balears, Región de Murcia, Comunitat Valenciana o Cataluña en donde el porcentaje de extranjeros respecto a la población de su comunidad autónoma supera el 15%.

Por otra parte, el número de extranjeros es más elevado en determinadas zonas como grandes capitales, las islas y el levante español mientras que otras zonas como el noroeste peninsular y los municipios menos poblados del interior tienen porcentajes de extranjeros más bajos.De todas maneras, hasta el año 2010 esas cifras mostraban un continuo crecimiento de inmigrantes. Pero desde ese año el frenazo, la ralentización, se ha transformado en retroceso. Es la primera vez en 10 años que baja el número de inmigrantes empadronados en los municipios españoles.

Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid vivían 1.047.174 inmigrantes empadronados, 56.296 menos que en 2011. Los municipios que cuentan con mayor número de inmigrantes empadronados son Madrid (502.992 personas), Alcalá de Henares (44.459), Parla (33.555), Fuenlabrada (31.349) y Móstoles (29.584).Del 1.047.174 inmigrantes empadronados en la Comunidad de Madrid, el 41,3% son americanos -el 33,91% de América del Sur y el 5,80% de Centroamérica, el 38,71% europeos —el 24%, de Rumanía y Bulgaria—, el 12,28% africanos y el 7,59% son asiáticos, de los que 4,50% son chinos. Por nacionalidades, las cinco con mayor presencia son la comunidad rumana continúa siendo la que cuenta con el mayor número de extranjeros (221.160, el 21,12% de la población total extranjera empadronada), seguida de la ecuatoriana 99.306, el 9,48%); la marroquí (88.870, el 8,49%), la colombiana (62.284, el 5,95%) y la peruana (54.158, el 5,17%). Tras ellas se encuentran la comunidad china - que supera las 47.000 personas y la boliviana. Por detrás se encuentran los ucranianos y los dominicanos.
En otras provincias, como Málaga posee igualmente un alto índice de población extranjera, pero en este caso compuesta especialmente por ciudadanos del norte de Europa. Entre ellos destacan los británicos, que son el mayor grupo foráneo en la mayor parte de los cien municipios malagueños, tanto en los costeros como en los del interior.
Por contra existen provincias en las que la presencia de población inmigrante es muy reducida. casi siempre la razón se vincula a una atonía económica y a su escaso atractivo laboral. Son provincias que son rechazadas por los emigrantes dadas las limitadas expectativas de trabajo. La provincia que encabeza el ranking como la menos atractiva de España para los inmigrantes es Córdoba. A ésta le acompañan otras de tan poco atractivo como Lugo, Jaén, Badajoz, Cáceres o Palencia .

En España, el municipio con un tamaño superior a 10.000 habitantes y con un mayor porcentaje de población extranjera es Rojales (Alicante) con un 72% de su población nacida fuera de España. Los cinco municipios superiores a 10.000 habitantes que tienen mayor proporción de población extranjera se encuentran en la provincia de Alicante (los otros cuatro son Teulada, L’Alfás del Pí, Calp y Jávea / Xabia ).

Por otra parte, el municipio con más de 10.000 habitantes y con un menor porcentaje de población extranjera es Ubrique (Cádiz) con menos de un 1% de extranjeros. Sospechamos que Jesulín no tienen nada que ver con todo esto.


miércoles, 23 de enero de 2013

Un nuevo y macabro régimen

En esta entrada presentaremos el nuevo régimen demográfico y daremos algunos datos, unos curiosos sobre la natalidad y la mortalidad , y otros cercanos a lo macabro.
El régimen demográfico moderno se caracteriza por su baja natalidad, su baja mortalidad (sobre todo su baja mortalidad infantil), y la escasa incidencia de la mortalidad catastrófica. De todo ello se deduce un crecimiento natural reducido. 
Desde 1976, se detecta un hundimiento de la tasa de fertilidad. Esta caída provocó una ralentización en el crecimiento de la población española, llegándose a prever de un crecimiento negativo para el 2030. Sin embargo, la llegada masiva de inmigrantes desde finales de los noventa ha permitido un nuevo despegue en el número de habitantes del país: de hecho, este fenómeno ha provocado una tasa de crecimiento, en torno al 1,7% anual desde el 2001, más cercana a la de los países africanos o asiáticos, como nunca sucedido anteriormente en la historia de España. El crecimiento vegetativo, aún bajo, empezó a crecer gracias a la mayor tasa de fertilidad de estos nuevos residentes.

Aunque a un ritmo lento, la natalidad se venía incrementando en el país desde 1995, cuando tras alcanzar un mínimo histórico de 363.467 nacidos en un año, comenzó a remontar hasta alcanzar los a 518.503 alumbrados en el 2008, la cifra más alta desde 1981. Sin embargo, el avance de la crisis ha hecho mella en esta estadística. En 2010 se registró, como consecuencia de la crisis económica (acumulación de la Crisis financiera de 2008, la Crisis económica de 2008-2011, la Crisis inmobiliaria española de 2008 y la crisis del euro en 2010) la tasa de natalidad más baja desde 2003; descendiendo el número de nacidos un 1,96% respecto a 2009. La natalidad en España acumula desde 2009 ya cuatro años consecutivos de descensos, tras registrar una caída del 3,5% en el 2011, cuando nacieron 468.430 niños/as.

En paralelo, la edad media de maternidad no ha parado de aumentar en las últimas tres décadas y frente a los 28,51 años que tenían las mujeres que fueron madres en 1976, ya superaban los 30 quienes tuvieron hijos en el año 2000, rebasaron la barrera de los 31 las del año 2009 y, quienes alumbraron el año pasado, estaban ya en 31,43. Las españolas superaron por primera vez en la historia los 32 años de edad media de maternidad, hasta situarse en 32,06. Para estas mujeres se estima una media de 1,31 hijos por cada una en el 2011, la cifra más baja desde al menos, el año 2002. Las extranjeras, sin embargo, fueron madres más jóvenes, con una media de 28,9 años de edad. A esto se le suma que el número medio de hijos por mujer era de 1,38. Para el año 2012 la tasa bruta de natalidad de 10,16 %o, la más baja desde 2002.

La tasa de natalidad se redujo en todas las comunidades, salvo en Andalucía, Principado de Asturias, País Vasco, La Rioja y la ciudad autónoma de Melilla. Las comunidades con menores tasas de natalidad en 2011 fueron Principado de Asturias (7,43), Galicia (8,02) y Castilla y León (8,13). En el otro extremo se hallan la Región de Murcia (12,16), Cataluña (11,42), la Comunidad de Madrid (11,38) y Andalucía (11,21), además de las ciudades autónomas de Ceuta (15,10) y Melilla (18,63).

Por otro lado, la tasa bruta de mortalidad se sitúa en 8,40 fallecidos por cada mil habitantes, frente a los 8,25 del año 2010. Los residentes en España fallecidos con nacionalidad extranjera representaron el 2,4% del total, a pesar de que este colectivo supone más del 12% de la población residente. La esperanza de vida al nacimiento alcanzó, en 2010, los 78,9 años en los varones y los 84,9 en las mujeres, lo que supuso 0,4 y 0,3 años más, respectivamente, que en 2009. De acuerdo a las condiciones de mortalidad del momento, una persona que alcance los 65 años esperaría vivir, de media, 18,3 años más, si es hombre, y 22,3 más, si es mujer.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) , entre las razones que más afectan a la mortalidad actual de los españoles se ligan a las enfermedades del sistema nervioso, como el Alzheimer, siendo ahora la cuarta causa de muerte desde 2010, cuando era la octava en el año 2000. Por grupos de enfermedades, las del sistema circulatorio encabezan los datos de mortalidad en España (fueron responsables de 31,2 de cada 100 defunciones); seguidas de los cánceres o tumores (28,1 de cada 100) y las enfermedades del sistema respiratorio (10,5 de cada 100). Por edad, la principal causa de muerte en los mayores de 79 años fueron las enfermedades del sistema circulatorio (37,3% del total de fallecidos de este grupo). Aunque el cáncer se impone cuando se trata de muertes entre los cinco y 14 años y los 40 y 79 años. El cáncer es también la primera causa de muerte en varones(seguidos de las patologías circulatorias), mientras que en las mujeres la lista está encabezada por los diagnósticos de tipo circulatorio. 
Para ellos, accidentes de tráfico y suicidio fueron las causas externas que provocaron mayor sobremortalidad; aunque el INE muestra que las muertes en la carretera mantienen su tendencia descendente (y se redujeron un 10% con respecto a 2009). 
Un dato curioso, en España el número de personas que se quitó la vida en 2010 en nuestro país es de 3.145, la cifra más baja en 17 años. Y es que , según Luis Garrido Medina, catedrático de Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), los varones son más dados al suicidio que las mujeres. Y es que el INE así lo corrobora, ya que son ellos los que más se suicidan:2.456 frente a sólo 689 mujeres. "Las mujeres son más fuertes; los hombres, a ciertas edades, no se arreglan con la vida", analiza el sociólogo. Por edades, quienes más se suicidan son los que tienen entre 40 y 50 años (620) y los de entre 75 y 84 años. Los jóvenes también se quitan la vida: más de un centenar de entre 15 y 24 años. También se mataron el año pasado tres niños menores de 15 años, todos varones. Por el método empleado, el ahorcamiento, el estrangulamiento o la sofocación son las técnicas más empleadas (1.588), seguidas del salto desde un lugar elevado (653), los envenenamientos por drogas o medicamentos y los disparos por armas de fuego, cada uno con más de un centenar de muertes. Lo que no hay que perder de vista es que el suicidio es, de nuevo, la primera causa externa de defunción, por encima de los accidentes de tráfico, y es que desde que se implantó el carné por puntos, las muertes en carretera han ido descendiendo año tras año.
Principales causas externas de mortalidad. España. Año 2007

Aunque en este país, por lo general, se vive bien, lo cierto es que no en todos los sitios de España se vive igual. En unas Comunidades Autónomas mueren más y en otras se vive más. Entre las primeras, las tasas de mortalidad más elevadas se dieron en el Principado de Asturias (12,03 defunciones por cada mil habitantes), Galicia (11,02), Castilla y León (10,98), Aragón (10,18) y Extremadura (10,00). Por contra, en términos de esperanza de vida, en el año 2010 las comunidades autónomas con población más longeva fueron la Comunidad Foral de Navarra (83,7 años) y la Comunidad de Madrid (83,4).




En esta entrada quiero que me expliquéis las causas que explican la reducción de la natalidad que se ha vivido en España desde 1975 hasta nuestros días.Además ¿qué razones podrían explicar el ligero ascenso de la mortalidad de estos últimos años?.

sábado, 19 de enero de 2013

Cuando vivimos la transición...demográfica

En la entrada anterior vimos como el ciclo demográfico antiguo en España se mantendrá a lo largo de todo el siglo XIX y prácticamente se mantiene hasta el año 1900. En esta transición del ciclo demográfico antiguo al moderno las características propias que son un descenso notable de la mortalidad, inicialmente, y un descenso de la natalidad, posteriormente, en España se van a dar pero a un ritmo diferente del modelo de Europa y con una menor temporal, pero con mayor intensidad. Desde 1858 hasta 1898 la natalidad y la mortalidad todavía fluctúan, y no se considera que se inicie la transición demográfica porque son todavía muy altos. En este modelo de transición la caracteriza principal está en la disminución suave de la natalidad, en el brusco descenso de la mortalidad, y en consecuencia, un elevado crecimiento natural.
Desde 1900 hasta 1936 hay un crecimiento natural elevado debido al descenso, principalmente, de la mortalidad infantil y de la mortalidad ordinaria, y al mantenimiento de la natalidad que va en descenso de forma suave y discontinua debido, en parte, a la bonanza económica, que en gran medida coincide con la expansión económica española ligada a la neutralidad en la guerra mundial, la primera, y al éxito económico de la dictadura de Primo de Rivera. Eso sí, España no va a permanecer ajena a ciertas crisis demográficas como serán la gripe del año 1918 (la que se vino a llamar gripe española, una de las últimas pandemias gripales del siglo XX en Europa), la crisis económica de 1929, que también se manifiesta en España, y sobre todo, a la sangría en la natalidad y mortalidad ligada a la Guerra Civil Española (1936-39).
Desde 1936 hasta 1950 se reduce el crecimiento natural debido a una baja natalidad ocasionada en gran medida a la Guerra Civil (1936-39) y la hambruna de postguerra y del modelo autárquico de los 50 y el bloqueo internacional que sufrirá el franquista tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero también con un descenso progresivo de la mortalidad, a excepción de las muertes en la citada guerra. La política pronatalista de Franco no fue suficiente para compensar esta tendencia.
Desde 1950 hasta 1975 se produce el mayor crecimiento natural por un descenso de la mortalidad debido a los avances médicos y sanitarios (generalización de las vacunas y aparecen los antibióticos y desaparecen las muertes por epidemias, se generalizan los partos en clínicas con lo que desciende la mortalidad infantil y la mortalidad de la madre, se produce una extensión de la sanidad pública con la Seguridad Social, y se mejora la higiene pública y privada) , el aumento del nivel de vida en consonancia con el desarrollismo económico de los años 60 y un repunte en positivo de la natalidad, el denominado “baby boom” español que se inicia en la década de los cincuenta, alrededor del año 1956, y que tienen su punto álgido en los años 1965- 66. El aumento del nivel de vida se manifestó en la mejora de la dieta: se superaron la malnutrición y la escasez de la posguerra. El incremento del nivel educativo y cultural llevó a intensificar la prevención y a abandonar costumbres tradicionales nocivas para la salud. Especialmente positiva fue la reducción de la mortalidad infantil también disminuyó durante esta etapa, sobre todo la postneonatal causada por infecciones y desnutrición, gracias a los progresos de la pediatría, alimentación y cuidado materno. Entre 1965 y 1975 se culmina el éxodo rural, y los graves problemas de vivienda trajeron consigo una reducción del tamaño de las familias. A partir de 1978 y hasta la actualidad se ha ido reduciendo el Crecimiento Natural casi hasta rozar el crecimiento 0.


Con todo, la consecuencia de esta oscilación entre la natalidad y la mortalidad fue que el crecimiento natural de la transición fue alto, especialmente entre los años 1920-70.
Si vuestros progenitores nacieron entre los años 1956 y 1966 comentad como se reflejó el modelo demográfico de la transición demográfica en vuestra familia. Igualmente, si tenéis la fortuna de contar con vuestros abuelos/as preguntadles cuántos hermanos/as tuvieron, y comparadlo con el modelo demográfico actual.

lunes, 14 de enero de 2013

En el Antiguo Régimen


Hoy hemos visto en clase como en el ciclo demográfico antiguo el rasgo más significativo en cuando al crecimiento natural era su lento crecimiento dada la alta natalidad y la elevada mortalidad. 
Es cierto que la población no va a dejar de crecer, pero lo hará a un ritmo muy lento. Sin embargo, este crecimiento, en general, positivo, pero lento,  tenía momentos que hemos definido hoy como crisis demográficas en las cuales se produce una sobremortalidad que puede llegar a superar al altísimo número de nacimientos. Estas crisis demográficas, dependían indudablemente de la coyuntura económica de un determinado momento que a su vez podía estar motivado por una crisis de subsistencia, por las guerras, por las pandemias o crisis sanitarias y las emigraciones forzosas. 
La natalidad era alta ya que el objetivo tenía que ser la supervivencia a la pareja de dos o más hijos. Recordad que los hijos iban a ser entendidos como una inversión, especialmente, en una sociedad agraria, tanto como trabajadores del campo desde la más tierna infancia como los aseguradores de los padres en la vejez. Debido a la alta mortalidad infantil para ello es necesario tener muchos hijos. Algunos estudios han demostrado que, según el método de reconstrucción de familias que la fecundidad- a pesar de lo que parece- tendía a controlarse, y a reducirse, y que estaba muy lejos de los máximos biológicos, en contra de lo que pudiera pensarse. Entre estos mecanismos estaban el matrimonio tardío, con una edad de 25 años para la mujer, y una tasa de soltería definitiva muy alta, que, por ejemplo, en la España crítica del XVII pudo llegar hasta el 10% de la población. 
La mortalidad indudablemente era también muy alta, sobre todo la mortalidad infantil, que llegó a suponer el 50% de todas las defunciones de un año. La mortalidad infantil en el sentido histórico engloba hasta los primeros siete años de vida. Lo cierto es que en estos tramos iniciales de edad había una altísima sobremortalidad. Una vez superadas estas edades se entraba en la mortalidad ordinaria que disminuía significativamente. Los altos índices de mortalidad vuelven a aparecer a partir de los 60 años. Las razones de estas defunciones, además de las biológicas – en un momento en que la esperanza de vida ya era baja de por sí- eran alimenticias, sanitarias, epidémicas, las bélicas y las hambrunas. 
En el Antiguo Régimen, también en el demográfico, la mortalidad catastrófica podía hacer reducir drásticamente la población. Por otra parte, este tipo de mortalidad solía incidir con más virulencia en las clases bajas de la sociedad, peor alimentadas y más propensas a las enfermedades contagiosas dado el  hacinamiento en las viviendas, y el peor acceso a la infraestructura sanitaria. 
Por ejemplo, en la España del siglo XVII la mortalidad infantil en el primer año de vida era 40 veces mayor que la actual. La esperanza de vida al nacer era de unos 25 años. En este siglo España se verá afectada por una crisis económica, a la que se suma una crisis demográfica por la expulsión de los moriscos o las múltiples muertes causadas por las guerras en el exterior (Guerra de los Treinta Años ) y en el interiores (independencia de Portugal y el levantamiento de Cataluña). Además, las guerras eran caras en dinero y hombres y suponían impuestos agobiantes y movilización. A esto se le suman las epidemias como las de la peste (1648) y otras como la de la viruela, el sarampión, las pulmonías (neumonías y bronconeumonías), la disentería y las fiebres tifoideas, que incidía especialmente en los niños y en los más adultos. Si en este desastroso contexto se le unen las malas cosechas (1676-86), que a su vez trajeron más enfermedades, en una sociedad en la que no predominaban las nulas medidas sanitarias y con una estructura inexistente como pocos médicos y muchos barberos el "cocktail" demográfico es , como  mínimo, explosivo. 
En la imagen inferior podéis  ver la evolución de la población española desde el siglo I hasta el año 2010. Como podéis comprobar en cifras absolutas la población española apenas varió entre el siglo I y el año 1500. Entre este año y el inicio del siglo XVIII hubo un ligero incremento poblacional. Sin embargo, la tendencia es ya algo más creciente entre el año 1752 y el año 1900. 

La cuestión que yo os presento es que me digáis, por un lado, cómo y por qué irá aumentando la población entre los años 150 años- más o menos- que separan estas dos fechas, y por otra, que busquéis información y me comentéis como van a reflejarse  la natalidad y la mortalidad en España a lo largo del siglo XIX en España.

miércoles, 9 de enero de 2013

Van cayendo datos

Desde diciembre de 2012 hasta hoy el INE ha ido publicando diferentes datos que tienen cierta relevancia geográfica, al menos, en la vertiente demográfica. Los datos que se han aportado básicamente proceden tanto del censo como del padrón municipal. Del primero el documento más interesante es el publicado en la nota de prensa de 12 de diciembre pasado, y el del patrón procede de la primera semana de enero del presente año.
Según los datos publicados por el INE el día 12 de diciembre de 2012 en relación al Censo de población, en España se ha producido en estos últimos diez años un incremento de población en todas las comunidades autónomas, aunque se ha distribuido de una manera muy desigual, siendo las islas y el levante en donde ha habido un mayor incremento y el noroeste peninsular donde el crecimiento ha sido menor. En cuanto a las provincias, Guadalajara con un incremento del 47% ha sido la que más ha crecido seguida de Girona con un 33% y Tarragona con un 32%. Sólo hay cuatro provincias que han perdido población (Zamora, Ourense, Lugo y Palencia).
Los municipios que más han crecido en términos absolutos son Madrid (+259.922 habitantes), Barcelona (+107.129) y Palma de Mallorca (+68.243) aunque han sido 4.145 municipios (más del 50% del total de España) los han perdido población en estos 10 años. Pero de ellos sólo hay 54 municipios con de más de 10.000 habitantes. De éstos, el que más población ha perdido en porcentaje es Villablino (León) que ha visto disminuido su número de habitantes en un 18%. Entre los diez municipios superiores a 10.000 habitantes que más población han perdido desde el Censo 2001, siete se encuentran en Asturias. Los municipios que más población han perdido en cifras absolutas son Cádiz, que pierde 9.349 habitantes, Ferrol (A Coruña), que pierde 6.260 y Mieres, en el Principado de Asturias (pierde 5.294).
Se observa en el conjunto de la década una reducción del porcentaje de población que vive en municipios pequeños (menores de 2.000 habitantes) y un aumento de la población residente en municipios de tamaño medio, siendo el grupo de municipios de 50.000 a 100.000 el que presenta el crecimiento más acusado.
A estos datos de diciembre se unieron los que publicó el INE el día 2 de enero y que recogió el diario Córdoba al día siguiente en su edición digital. Córdoba era una de las 22 provincias españolas que pierde población en el padrón definitivo. Los datos oficiales a 1 de enero del 2012 rompían la tendencia demográfica alcista que había mantenido la provincia desde que en el año 1991 se registró la última pérdida de habitantes en Córdoba. El INE situaba a la población de la provincia de Córdoba con 804.498 habitantes, 1.359 menos que en el 2011, de los que 395.300 son hombres y hay 409.198 mujeres. 
Córdoba, con un descenso del 0,17% en la última revisión, es una de las tres provincias andaluzas que reduce su número de habitantes, junto a Granada (-0,18%) y Jaén (-0,05%), mientras que en el lado opuesto se encuentran Málaga (0,94%), Sevilla (0,52%), Almería (0,2%), Huelva (0,17%) y Cádiz (0,13%). 
El último padrón destaca que en la provincia hay 51 municipios que pierden población (68%), se contabilizan 23 que ganan habitantes y uno que se mantiene (Alcaracejos). Entre los que registran un mejor comportamiento se encuentran la capital, que tiene 328.841 empadronados, es decir, 182 más que un año antes. Su variación es la segunda mejor de Andalucía al crecer un 0,06%, solo superada por el 0,57% de Almería. 
 La tendencia generalizada en las capitales de provincia de la comunidad es la pérdida de población, destacando los casos de Cádiz (-0,76%) y Granada (-0,45%). 
Junto a la capital, los incrementos más destacados en la provincia se producen en La Carlota, que suma 148 personas más en un año, Villafranca (80), Fuente Palmera (63), Montalbán (49) y Aguilar (47). El padrón del año 2012 deja a Baena como el municipio cordobés que pierde más habitantes respecto al anterior estudio en la se han dado de baja 762 personas. A gran distancia se encuentran Peñarroya-Pueblonuevo (-127), Montoro (-86), Villanueva de Córdoba (-81) e Hinojosa del Duque (-79). Seguiremos informando.

lunes, 7 de enero de 2013

Retomando el trabajo

Cordobeses en la calle Gondomar (urbecordoba.com)

¿Cuántos/as españoles/as viven en España? ¿Cuántos han marchado en este último año? ¿Cómo es esta población en función de la edad o del sexo? ¿A qué se dedican los españoles /as? 
Para dar respuesta a estas preguntas y conocer las cifras sobre el número de personas existentes en un país los demógrafos disponen de diversas fuentes que les permiten aseverar cuántas personas hay, sus diferencias en edad, género o actividad económica, así como otros datos interesantes desde el punto de vista estadístico.
Las fuentes son diversas, pero destacan especialmente dos: el censo de población y el padrón municipal. De hecho, la primera de estas fuentes documentales ayudan notablemente a conocer las cifras de población de los Censos de Población y Viviendas de este mismo año censal de referencia, el 2011, cuyos datos hizo público el Instituto Nacional de Estadística en diciembre de 2012. Mientras estos datos se hacían oficiales se han ido obtenido como información la existente en distintos registros administrativos, siendo el Padrón el principal de ellos. A estos se les ha unido la gran encuesta realizada como censo poblacional a más del 10% de la población española. 
El Censo de población, elaborado durante los últimos meses de 2011 y primeros de 2012, es la operación estadística de mayor envergadura que realiza el INE cada diez años. Este censo se caracteriza por ser el primero que tiene que cumplir con la reglamentación comunitaria. Esto ha permitido una mayor y mejor comparación de los datos entre los países miembros de la Unión Europea. En los primeros meses de 2013 se facilitará información relacionada con edificios y viviendas; y antes de que finalice el próximo año se habrán difundido todos los datos sobre las restantes variables censales. 
El Censo de Población y Viviendas se renueva cada 10 años, y el último del que teníamos datos oficiales era del año 2001. Se plantea como una operación basada en la combinación de los siguientes elementos: un “fichero precensal” realizado a partir de un aprovechamiento máximo de los registros administrativos disponibles, tomando al Padrón como elemento básico de su estructura, así como un trabajo de campo que incluye dos grandes operaciones: en primer lugar, un censo de Edificios exhaustivo que permita la georreferenciación de todos los edificios, y en segundo lugar, una gran encuesta por muestreo, dirigida a un porcentaje relativamente alto de la población para conocer el resto de características de las personas y las viviendas. 
El objetivo fundamental del fichero precensal es disponer de información suficiente para realizar el recuento de la población y el análisis de su estructura (no solo utilizando las variables más básicas, sino también todas aquellas variables censales que puedan incorporarse a este fichero). Para ello, se partió del Padrón y de la información estadística y de fuentes administrativas: registros del DNI y Tarjetas de Residencia del Ministerio del Interior, Movimiento Natural de la Población (MNP), Seguridad Social, Agencia Tributaria. 
La temporalización de este importante trabaho ha sido larga. A finales de septiembre de 2011 se inició el envío de cartas a unos 2,2 millones de hogares solicitando que rellenaran por Internet el cuestionario censal. En noviembre se inició el envío de recordatorios y en diciembre se empezaron a enviar cartas con cuestionarios en papel para aquellos hogares que no habían respondido por Internet. A finales de noviembre se procedió a la contratación del personal censal, formado por 4.000 agentes, 800 encargados de grupo y 160 encargados comarcales. La operación de campo correspondiente al Censo de Edificios se realizó entre diciembre de 2011 y febrero de 2012. De las 28.799 secciones en que estaba previsto realizar este censo se terminaron 27.637 (un 96%). En 7.200 secciones no se consideró necesario realizar este recorrido debido a la calidad de los directorios territoriales de partida y al grado de coincidencia con el Catastro. Finalizado el Censo de Edificios, a lo largo de febrero de 2012, los agentes censales empezaron a entrevistar personalmente a aquellos hogares no colaboradores hasta el momento, junto a una muestra de las viviendas que se habían incorporado como altas durante la fase de censo de edificios. La muestra efectivamente recogida asciende a unos 4,2 millones de personas, que se corresponden con 1,65 millones de viviendas principales y de unas 600.000 viviendas no principales.
El resultado de este trabajo es que la población española alcanzó los 46.815.916 habitantes a 1 de noviembre de 2011 (fecha censal). En relación con el censo de 2001, creció en 5.968.545, lo que supone un aumento del 14,6%. Si tenemos en cuenta la información de otros censos nunca se había producido en una década un incremento de la población tan elevado en términos absolutos ni relativos. 

La principal causa del incremento de la población entre 2001 y 2011 se debe al fuerte incremento de la población extranjera. En ese periodo han llegado a España más de tres millones y medio de extranjeros.
La población española ha experimentado un aumento mucho menos pronunciado en términos relativos que la población extranjera y ha pasado de poco más de 39 millones de habitantes en 2001 a más de 41 millones y medio. Los motivos de este crecimiento son varios, como un aumento de la esperanza de vida desde el censo anterior, un incremento de la tasa de natalidad (sobre todo en el período 2005-2009) o el hecho de que muchos extranjeros hayan adquirido la nacionalidad española. 
¿Para qué sirve el censo de población y el padrón municipal? ¿Qué conclusiones se pueden sacar de ambos? ¿Qué otras fuentes documentales utilizan los demógrafos? Analiza los datos más significativos que se reflejan en la tabla superior procedente de la nota de prensa publicada por el INE el 14 de diciembre de 2012?